Tras una inversión que ronda los 10 millones de dólares, la empresa de capitales bolivianos incorpora 10 tipos de embutidos y fiambres este mes y otros ocho a doce hasta fin de año.
Diez variedades de fiambres y embutidos incorporará Sofía en los próximos días a su ya conocida unidad de negocios de la carne de pollo. Es que la empresa de capitales bolivianos apuesta a un crecimiento exponencial de la mano de la agregación de valor en origen.
Tras varios meses de trabajo para desarrollar los nuevos productos y de inversiones en infraestructura por un monto que ronda los 10 millones de dólares, Sofía lanzará a la venta en mayo diez tipos de fiambres. Serán jamón cocido de cerdo, fiambre de paleta de cerdo, mortadela, mortadela mini, salchichón de pollo, paté, chorizo parrillero, un chorizo precocido, morcilla común y morcilla con arroz.
Entrevistado en Claves del Campo (AM 840 Radio Salta), el gerente general de Sofia, Pablo Cirigliano, señaló que están próximos a “inaugurar nuestra planta de fiambres y embutidos en el Parque Industrial de Salta y tenemos ya inaugurado el edificio administrativo, donde concentramos al personal de esa área y, en la parte de atrás, tenemos nuestro nuevo centro de distribución y la planta de embutidos”.
“Pensamos tener un lanzamiento casi inmediato de productos y el objetivo de, en menos de un año, estar arriba de las 15 toneladas mensuales de productos, aprovechando la cadena de distribución”, manifestó Cirigliano y estimó que “seguramente esto nos abrirá nuevos canales porque hay muchos negocios que pueden vender fiambres y embutidos y no carne de pollo”.
Si bien el objetivo de corto plazo de la empresa es ampliar sus fronteras internas alcanzando nuevos objetivos a nivel regional y nacional, no descartan los envíos al exterior. “Tenemos en curso y aprobadas más de 8 millones de dólares de inversión, que en dos años se triplicará para toda nuestra cadena productiva y nos permitirá estar en condiciones de exportar a cualquier mercado y abarcar el mercado nacional por completo”, anticipó el gerente de la compañía.
Hacia fines de año, en Sofía aspiran a incorporar otros ocho productos a su línea de embutidos y fiambres: jamón de pollo, salame de Milán, salame picado grueso y picado fino, jamón crudo, jamón cocido natural de cerdo, butifarra y salchichón primavera.
A estos lanzamientos de productos se suma un servicio fundamental para los nuevos tiempos: el servicio de compra minorista online con delivery. “La idea es que nuestros clientes puedan acceder vía web (www.alimentosofia.com.ar) a nuestra cartera de productos, seleccionen su pedido y tengan la entrega en la puerta de su casa en menos de 24 horas”, adelanta Cirigliano.
Actualmente, en el parque industrial de General Güemes Sofía tiene su planta de balanceados, el frigorífico, la producción de pollitos BB en la zona y le agrega la nueva planta en Salta Capital. La empresa le da trabajo a 380 personas y, cuando se complete la nueva inversión, se incorporarán entre 200 y 220 nuevos puestos de trabajo. “Estamos en una campaña de crecimiento muy interesante, estamos generando condiciones muy interesantes para la comunidad y es un lindo desafío, es bueno poder brindarle algo a la comunidad tan importante como la fuente de trabajo”, manifestó Cirigliano y especificó que “respecto a la mano de obra calificada, tenemos un plan de capacitación muy estricto, muy importante, tenemos programados más de 200 días completos del año de capacitación para todos los temas de la empresa así que a la mano de obra la vamos formando de acuerdo a nuestras necesidades”.
Presente en Salta desde hace ocho años, Sofía ha tenido una evolución sistemática y ha ido cumpliendo con sus objetivos, principalmente de la mano de sus dos unidades de negocios más conocidas: la venta de carne y la producción de pollitos BB.
El gerente general de la empresa, Pablo Cirigliano, indicó que “es un negocio muy interesante, que ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años”.
“El pollo faenado lo estamos comercializando fresco, y actualmente contamos con 35% de participación en el mercado salteño. Tenemos más de 460 clientes, ocho puntos de venta propios y distribuidores zonales. También estamos comercializando en Jujuy y Tucumán”, destacó.
Mientras que “con el polito BB estamos persiguiendo el objetivo de lograr el liderazgo genético en el NOA; eso obviamente nos lleva a hacer muchas inversiones y a tener una estrategia determinada. Estamos hoy comercializando más de 150 mil pollitos por mes en la zona”, completó.
Consultado sobre las inversiones en genética para el negocio de los pollitos BB, Cirigliano dijo que “estamos atrás de todo un sistema de bioseguridad, tenemos certificada la inocuidad de los alimentos en todo nuestro proceso de faena, en el que contamos con certificación de la norma ISO 22000, un plan de vacunación sumamente completo, alimento de la más alta calidad, mano de obra muy especializada y todas estas cosas nos va permitiendo diferenciarnos y lograr una categoría que nos prepara para competir a primer nivel.
Al igual que la gran mayoría de las avícolas, Sofía trabaja con un sistema de integrados en base a un esquema con un seguimiento muy crítico y estricto en toda la cadena, lo que les permite optimizar los costos al máximo y que funciona muy bien. “Tenemos dos integrados grandes hoy en día en esta zona; el sistema de integración nos está dando hoy en día un retorno aproximado del 17% anual, lo que significa que una inversión se puede pagar en aproximadamente siete años y, si comparas con otro tipo de inversión más clásica como un inmueble, estás teniendo un retorno de 4%, o sea que estás hablando de casi 30 años para recupero”, explicó Cirigliano.
Por otro lado, el gerente general de Sofía estimó en medio millón la producción mensual en Salta y de más de tres millones en Bolivia.
A partir de la baja de las retenciones a cero para la exportación de maíz como una de las principales políticas del nuevo Gobierno, la ecuación económica para quienes tienen como insumo el maíz ha cambiado bastante. Al respecto, Cirigliano admite que esta situación se notó, sin embargo, explicó que “tenemos una capacidad de almacenamiento bastante importante, hacemos la compra de los granos una vez al año y eso nos permite asegurarnos volúmenes y precios”. “Hacemos contratos bien cerrados con productores de la zona y hemos logrado esa comunión con los proveedores que nos mantiene un poco al margen de esos golpes”, detalló.
Avícola Sofía tiene en Bolivia su empresa madre, con más del 35% de participación de mercado, más de 4000 empleados, y un tamaño equivalente a las primeras avícolas de Argentina.
Las autoridades de la empresa vieron en el noroeste argentino una condición sanitaria privilegiada en la región, que a futuro les permitiría lograr un producto apto para ingresar a cualquier mercado del mundo, ya que no iban a tener que “luchar” contra enfermedades mucho más comunes en zonas superpobladas como Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, etc. y, por lo tanto, podrían lograr un producto de mejor calidad y sabor.
Por: Darío Pérez
Fuente: El Tribuno Campo
Fotos: Jan Touzeau
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